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información general de complejos de vivienda

Los primeros barrios de vivienda social fueron construidos entre finales del S. XIX y principios del S. XX, con el propósito de favorecer el acceso a la vivienda de obreros jornaleros y empleados de ingresos bajos. Se trataba de barrios de viviendas en planta baja, con equipamiento colectivo y espacios comunes. Las obras eran ejecutadas por empresas privadas a partir del financiamiento estatal. En ese periodo la Cooperativa El Hogar Obrero, también comenzó a construir vivienda para trabajadores, a partir de un sistema de crédito y ahorro previo. Estas iniciativas se desarrollaron en un contexto de agravamiento de las condiciones de vida de la clase trabajadora, que desencadenó en la huelga de inquilinos de 1907.

En la segunda mitad de la década de 1940 el Estado comenzó a jugar un rol protagónico en la producción de vivienda social. En ese periodo se impulsó la Ley de propiedad horizontal, que permitió redistribuir la propiedad del patrimonio construido, la construcción de vivienda social a partir de un modelo de ejecución privado con financiamiento estatal, y se promovió una política de créditos directos que favorecieron la demanda.

Hacia la década de 1960  comenzaron a desarrollarse los grandes conjuntos urbanos de vivienda social, que se caracterizan por su tipología constructiva de bloques altos con gran cantidad de viviendas, una densidad de población mayor que su entorno, y un fuerte impacto en la trama y el perfil urbano. Los barrios Nagera (1967), General Savio I, II y III (1973-1992), Conjunto Urbano Villa Lugano (1975),  Soldati (1979), Piedrabuena (1981), Copello (1984), Samoré (1989), son algunos de los conjuntos construidos con dicho criterio. En la ciudad de Buenos Aires la localización preferencial de los grandes conjuntos urbanos fueron los barrios de Villa Lugano y Villa Soldati. La mayoría de ellos  estuvieron vinculados a los planes de erradicación de villas de emergencia. En este periodo la política de vivienda social omitió las cuestiones regulatorias referidas a la propiedad horizontal. Si bien los años evidenciaron las dificultades de los grandes conjuntos urbanos, esta tipología no terminó de abandonarse, tal como muestra la construcción del conjunto Padre Mujica entre finales de la década de 2000 y principios de la de 2010 en Villa Lugano.

Las múltiples dificultades y el notable deterioro de los grandes conjuntos urbanos, impulsó a sus habitantes a desarrollar procesos organizativos. En este contexto, en el año 1999 se sancionó la ley 177, que ordenó la conformación de una comisión técnica integrada por referentes de los barrios, la Comisión Municipal de la Vivienda y representantes de cada uno de los bloques de la legislatura, para la elaboración de un diagnóstico socio-habitacional y la elaboración de una propuesta para la recuperación urbana y edilicia de los conjuntos.

En el marco ese proceso, se originó en el año 2000 el Programa de Rehabilitación de Conjuntos Urbanos, que es implementado por el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC). El espíritu original de esta operatoria es mejorar las condiciones de vida en los conjuntos que presentan fallas estructurales y vicios constructivos, irregularidades en el dominio de las viviendas y en los reglamentos de copropiedad y administración, entre otras cuestiones. Estas acciones se desarrollaron de manera lenta y acotada, en tres de los conjuntos abarcados por la ley. En la actualidad la rehabilitación y regularización de la totalidad de los conjuntos se encuentra inconclusa, lo que provocó accidentes mortales y deja en una situación de riesgo a su población.

Ese año se originó también el Programa Colonia Sola a través de la ley 459 y su decreto reglamentario 112/2003, que fue impulsado por sus habitantes organizados en una mutual, y que tiene como propósito la rehabilitación integral del conjunto y la normalización del proceso de venta a la Mutual Colonia Sola. Este conjunto fue construido en el año 1889 para atender las necesidades habitacionales de los trabajadores ferroviarios, y se encuentra en la actualidad en un notable estado de deterioro. En la actualidad habitan allí 110 familias. El seguimiento del programa fue encomendado a una comisión conformada por representantes de la Mutual Colonia Sola, el IVC y de la Comisión de Vivienda de la legislatura porteña. El grave deterioro del conjunto y la escasa productividad del programa, motivaron la intervención de la Defensoría del Pueblo de la ciudad. En el año 2012, los habitantes del conjunto obtuvieron un fallo favorable a un recurso de amparo que habían iniciado en la justicia. En ese marco, el IVC realizó un diagnóstico, en donde se informa que el conjunto está en condiciones de riesgo estructural. Sin embargo, en la actualidad, el proceso de rehabilitación permanece incompleto.

A partir del año 2011 el ejecutivo local priorizó la regularización dominial de las viviendas de los Conjuntos Urbanos a través de la ley 3.902 y de su decreto reglamentario 512/2012. Estas normativas promueven el traspaso del dominio de las viviendas a sus habitantes y la regularización del pago de las cuotas de los hogares que presentan deudas, dejando en un segundo plano los procesos de mejora del hábitat. La ejecución de estas acciones a está a cargo del IVC. La regularización dominial permanece inconclusa en la totalidad de los conjuntos alcanzados por la norma.

Finalmente, cabe mencionar al Programa de Rehabilitación del Hábitat de La Boca, que también es implementado por el IVC. Este programa atiende la problemática de los conventillos, que son formas de habitación de sectores de bajos recursos, originadas entre fines del S. XIX y principios del S. XX. Se trata de tipologías constructivas pequeñas, altamente deterioradas, pero con un importante valor histórico. El programa tiene como propósito la revalorización del hábitat y de la arquitectura popular como patrimonio histórico y cultural de la ciudad. Hacia el año 2013, 223 de las familias que estaban comprendidas en el programa, no habían sido alcanzadas por la operatoria. Si bien el programa se gestó en 1984, al año 2014 solo se habían rehabilitado 9 conventillos.

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